Si bien no es nacido en Punta de Lobos, Diego Medina tiene todo el derecho para llamar a esta ola suya. Originario de Horcón, Diego es vecino de Los Morros de la Punta desde hace años, por lo que el haber ganado el Ceremonial de este año después de varias intentonas en las que estuvo a punto, es un logro que le llena de orgullo.
“Haber ganado el Ceremonial para mí es algo súper importante, estoy muy contento porque es un resultado que busco hace bastante tiempo” afirma, recordando que “lo había ganado un par de veces pero no desde que se especializó en ser un campeonato de olas gigantes, hace unos años”.
Lo que empezó como una competición local se convirtió eventualmente en el campeonato de surf de olas grandes más importante del hemisferio sur, siendo realizado únicamente cuando se confirma la marejada más grande del año, una que sea capaz de traer a la costa olas de siete metros en adelante.
En ediciones anteriores, Medina había alcanzado a llegar a un par de semifinales y en 2017 fue parte de la final, sin embargo este año la meta por fin fue alcanzada: “Haber ganado este año es un logro súper importante para mi carrera, es una motivación para seguir entrenando y seguir adelante con el surf de olas grandes”.
SR: ¿Qué crees que cambió este año para que por fin ganaras el Campeonato?
DM: Creo que este año me fue súper bien porque me preocupé de tener una muy buena tabla para el campeonato, llegué súper tranquilo, pensando en obtener un muy buen resultado y tratar de dar lo mejor posible, pero no con mucha presión de querer ganar. Me lo fui tomando bien calmado, de a poco pasando las series y también creo que la estrategia que tomé en cada serie fue muy buena: Agarrar una ola bien buena al principio y después con calma esperé la segunda ola.En este tipo de campeonatos te puntúan las dos mejores olas y la mejor vale por dos, entonces con dos olas ya puedes pasar la ronda y en la final ganar el campeonato. Tuve harta paciencia, antes de llegar el campeonato me preocupé de estar con mi familia, muy tranquilo, alimentarme bien, descansar y surfear todos los días, así que me sentía con harto surfing en mi cuerpo. Creo que eso me llevó a estar tranquilo y obtener un buen resultado”.
La tranquilidad de Diego se nota hasta en la manera en la que habla y es eso lo que destaca como parte del secreto para obtener tan buenos resultados: “Es súper importante mantener la calma” explica, “creo que todos tenemos un poco de miedo en el agua pero si uno hace todo preparado, bien entrenado, bien descansado y alimentado, todos esos factores te dan mucha confianza. Es importante estar bien tranquilo y tener confianza en uno mismo de que sí se va a poder hacer la ola. Creo que esa confianza que tengo me sirvió para ganar el campeonato, tambien los muchos años que llevo en el mar, muchos años aquí en Punta de Lobos esperando siempre las marejadas”.
Es que para ser capaz de surfear olas gigantes en las que se llega incluso a arriesgar la vida, es necesaria la seguridad que solo te da la buena preparación. En el caso de Medina, su entrenamiento con Kinesurf, kinesiólogo y entrenador local con el que también trabaja Cristián Merello, es componente esencial del éxito en el agua.
De su entrenamiento describe: “Trabajamos con entrenamiento funcional para poder tener un buen estado físico y que las partes del cuerpo estén bien tonificadas y firmes. Hago harto ejercicio de respiración, me preocupo de llevar una vida bien sana para tener harta capacidad para aguantar el aire en los revolcones, trabajar mucho el cardio, preocuparse de mantener la flexibilidad ya que en los revolcones muchas veces el cuerpo se estira mucho y así evitar lesiones y surfear el máximo posible”, afirma. A eso se le suma la atención y el cuidado del equipo con el que se entra al agua, desde las tablas correctas hasta los chalecos de impacto para garantizar la seguridad y en el caso específico del Ceremonial, el contar con un equipo de rescatistas de primera le otorga mucha confianza a la hora de competir, explica Medina.
Habiendo sido su primer acercamiento a las olas grandes en un Ceremonial, precisamente, el haber obtenido la victoria este año llega a ser casi una cuestión de historia cinematográfica: “Como a los 15 años competí en un Ceremonial y las olas estaban como de 3 o 4 metros, aquella vez el campeonato se corrió más abajo de Los Morros y habían olas grandes para mi edad”, cuenta, “ese día aluciné con las olas, con el campeonato y cada vez fui tratando de superarme más”.
Fue entonces cuando su entrenamiento en olas gigantes comenzó, esperando las marejadas en Punta de Lobos y otras partes de Chile, como Arica e Iquique, donde las olas nortinas de fondo de piedra, gran tamaño y fuerza le fueron ayudando a subir de nivel. “Acá en Chile tenemos mucha constancia de olas, tenemos marejadas todo el año, a veces hay una marejada todas las semanas en temporada y creo que eso me ha servido mucho también”, afirma, “el surf de olas grandes sobre todo me gusta porque es mucho más tranquilo, hay menos gente cuando está grande y ahí se ve un poco las capacidades de quienes sí se preocupan del entrenamiento o de ser más conscientes, puesto que cuando el mar está grande no cualquiera puede entrar y eso también achica un poco el crowd. Es bien bonito surfear olas grandes, estar con los amigos y mucho más tranquilo”.
Al final, para un atleta como Diego Medina resultan siendo los muchos años de experiencia y preparación, tanto física como mental, lo que va sumando a la hora de competir en un evento como el Ceremonial, rodeado de competidores de alto nivel en mangas de una hora donde los nervios, el miedo y la presión abundan.
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