En enero de 2013, el surfista hawaiano Garrett McNamara (48) pasó a la historia al correr la ola más grande del mundo (30 metros) en la costa de Portugal, específicamente en la localidad de Nazaré.
En los últimos cinco años este spot seduce a los corredores de olas grandes, entre ellos, al chileno Rafael Tapia, que llegó esta semana a entrenar con olas entre 6 y 8 metros.
“El segundo día no lo esperábamos, pero las olas estuvieron espectaculares, similar en tamaño, pero muy tubulares. Ese día hice pareja con Garrett McNamara y nos fue increíble. Los dos agarramos muchos tubos espectaculares. Se llenó de gente en el farol a ver esta sesión (entre ellos estaba Maya Gabeira)”, cuenta Tapia en exclusiva a SurfBeats Radio.
Para enfrentar una ola gigante, la preparación y la alimentación es elemental. Tapia nos cuenta que “lo más importante es tener la mente clara y sana. Eso lo preparo con yoga, respiración y visualización mental. Las olas gigantes pueden jugar mucho con la cabeza, así que hay que mantener la mente fría. Esto es lo que te puede salvar de situaciones (riesgosas) y siempre evitar el pánico. El miedo es importante reconocerlo, pero el pánico es mortal”.
Por supuesto el trabajo físico es clave para enfrentar a estas grandes masas de agua. “Tengo un trabajo físico funcional que trato de seguir y la alimentación es fundamental. Estamos muy expuestos a largas sesiones y debilitamiento. Laird Hamilton me mostró muchas cosas importantes de la alimentación que me hicieron clic, así que pongo mucho foco en eso. Otra parte que hice especialmente para prepararme, fue un curso de apnea diseñado especialmente para surfistas (Waterman Survival)”, cuenta Rafael.
No todos pueden surfear estas olas. “Acá no llega cualquiera dado que cuando la ola supera los 10 metros es casi imposible remar. Se requiere un conocimiento especial de trabajo de rescate que muy poca gente tiene. Acá todo Portugal vibra con lo que hacemos”, explica Tapia, quien además nos comenta que estará dos meses en Nazaré para surfear la ola más grande su vida. Luego viajará a Hawaii, esperando surfear olas gigantes producto del Fenómeno del Niño.
“Espero pasar una nueva temporada en Arica y en Puerto Escondido, y un viaje flash a Tahiti si llega a salir una marejada gigante. Ya no me interesan mucho los campeonatos, estoy enfocado en una busqueda personal, aunque me encantaría participar en el ceremonial de Punta de Lobos“, finaliza Tapia.