El tratado -inédito en América Latina- busca garantizar la participación ciudadana y el acceso a la información y a la justicia en asuntos medioambientales.

El ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, ratificó la negativa del Gobierno de Chile de firmar el Acuerdo de Escazú, un tratado medioambiental cuyo plazo para suscribir concluye el próximo 26 de septiembre.

“El acuerdo, en opinión del Gobierno y como está planteado, es inconveniente para Chile. Esa es la razón por la que hasta ahora no se ha suscrito”, dijo el canciller ante la Comisión de RR.EE. del Senado, según cita el diario El Mercurio.

Allamand afirmó que se encuentran analizando cuatro puntos relevantes de esta iniciativa: el contenido de los cambios que traerá en la legislación ambiental de Chile; el alcance interpretativo de ciertos principios del pacto; las obligaciones a las que se comprometería el país si firma; y la posibilidad de que el texto sea eventualmente llevado a tribunales internacionales.

El Acuerdo de Escazú es un tratado de América Latina y el Caribe que busca garantizar el acceso a la información, la participación ciudadana y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe.

Este es el primer tratado multilateral en la región sobre asuntos ambientales y brinda sustento a los derechos humanos en general y los derechos ambientalesen particular.

De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una de las provisiones más novedosas y valiosas es que este acuerdo reconoce y garantiza la protección de los defensores del medio ambiente.

A la fecha solo han firmado 22 países, y tan sólo nueve lo han ratificado: Antigua y Barbuda, Bolivia, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Panamá, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadina y Uruguay.

Esto solo retrasa la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú, el cual sólo puede hacerse efectivo una vez que se obtengan 11 ratificaciones.