El jamaicano Sean Paul fue el encargado de poner final a la segunda edición del SurfBeats Festival, que estuvo marcada por gran afluencia de público, llegando a un peak de 12 mil personas desde, aproximadamente, las 17:00 horas hasta el final del evento.
La jornada, que estuvo marcada por el calor, fue inaugurada por los locales de Santa Cochigugua, quienes subieron al escenario cerca de las 14:30 horas y empezaron a animar al público que de a poco iba llegando al Fundo El Manzano, de la localidad de Pichilemu.
Luego fue el turno del rapero Zaturno, que llegó al SurfBeats Festival 2016 en el marco de su gira Universos, nombre que también lleva su último disco con el que ha recorrido varias ciudades del país.
Luego, Movimiento Original pisó el escenario contagiando a los asistentes con su mezcla de hip hop y reggae. La agrupación hizo cantar y bailar al público con los clásicos que los han hecho a ser reconocidos en la escena nacional desde sus inicios en 2006.
Ya avanzada la tarde, Quique Neira se apoderó del escenario demostrando todo el talento que lo ha convertido en el máximo exponente del reggae nacional. El músico, que está celebrando 25 años de carrera, se lució junto a su banda y coristas, hizo un repaso de los éxitos junto a Gondwana, además de mostrar parte de su nuevo material, titulado “Un nuevo amor”.
Posteriormente, los míticos The Wailers fueron los encargados de abrir la serie internacional. La agrupación se presentó en el escenario con algunos de los músicos fundadores de la banda que acompañó a la leyenda Bob Marley, entre ellos, Aston Barrett.
Los seguidores de la leyenda del reggae tuvieron la oportunidad de reencontrarse con el sonido armonioso y llenas de espiritualidad en canciones como “No Woman No Cry”, “Buffallo Soldier”, “Jamming”, entre muchos otros clásicos.
Luego fue el turno de Dread Mar I, quien llegó a poner la cuota de romanticismo que todos estaban esperando justo cuando el sol entregaba sus últimos rayos. El argentino interpretó varias canciones de su último disco “En el Sendero”.
La explosión de ritmo y baile estuvo a cargo de Sean Paul, que fue una excelente forma para finalizar la jornada. El jamaicano, acompañado por un partner y tres bailarinas, hizo bailar a todo el Fundo El Manzano, que a esa altura de la noche, estaba repleto.
Sean Paul declaró en varios momentos de su participación, lo feliz que estaba de estar en Chile, lo que se notó con creces, ya que no paró durante la hora y media que duró su show.
La jornada musical terminó con completa normalidad y con miles de personas que, a pesar de la larga jornada, se retiraron felices del fundo y los organizadores ya están pensando en lo que será la versión de 2017 del festival, que se ha tomado Pichilemu estos últimos dos años.
Jornada ecológica
Gracias a la ayuda de la brigada de 25 voluntarios que reunió la organización del Surfbeats, los sectores cercanos al fundo El Manzano quedaron limpios en la madrugada del domingo 31, recolectando gran cantidad de basura luego del festival.
La limpieza de playas también funcionó bien. Se logró sacar bastante basura la que fue recolectada por la brigada de voluntarios. Además, se entregó información para crear conciencia ecológica.