Los océanos con buena salud garantizan la seguridad alimentaria y la lucha contra la emergencia climática
El 66% de los mares muestra una alteración severa debido al impacto humano. Por eso es necesario insistir en la necesidad de proteger estos ecosistemas, que suponen el 70% de la superficie del planeta y que son la base de la vida en él. Sin unos océanos sanos, nos enfrentamos a efectos catastróficos en la biodiversidad, la alimentación y el clima de la Tierra. La atmósfera contendría un 50% más de C02 y la temperatura del planeta sería tan alta que se volvería inhabitable. Mares y océanos son la fuente de alimento de 3.100 millones de personas, lo que hace esencial protegerlos y gestionarlos adecuadamente.
La contaminación que sufren los océanos es una de las amenazas más urgentes. Y el plástico tiene buena parte de responsabilidad. Si hace una década (1) se estimaba que entre 4 y 12 millones de toneladas de desechos plásticos llegaban a los océanos a nivel mundial, esa cifra no ha hecho más que aumentar. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que los plásticos oceánicos son responsables de la muerte de cientos de miles de criaturas marinas cada año (2). Estudios recientes han encontrado microplásticos en heces humanas, lo que ilustra cuán generalizados son los plásticos en nuestro entorno y la necesidad de estudios adicionales sobre las implicaciones de los microplásticos para los humanos (3).
Lamentablemente, la crisis del Covid-19 está dejando a su paso un aumento en los plásticos desechables (mascarillas, monodosis, guantes… etc) lo que supone un nuevo paso atrás (4). “Todavía no hay cifras exactas del aumento de la contaminación por plásticos en esta pandemia, aunque es un elemento que salta a la vista. Ya podemos ver numerosos desechables tirados por las calles y no podemos olvidar que, a través de las alcantarillas, pueden descomponerse y llegar al mar”, ha declarado Celia Ojeda, portavoz de Greenpeace.
Precisamente, para recordar que los residuos de las ciudades pueden terminar en el mar, grupos de voluntarios/as de Greenpeace saldrán, a partir de esta semana, a las calles de diversas ciudades para recordar a los usuarios de desechables, que “el océano empieza en nuestras alcantarillas”.
Ante este preocupante escenario, son más necesarias que nunca medidas urgentes que mejoren el estado de los océanos. La petición de Greenpeace en este sentido es la urgente creación de una red de santuarios marinos que cubra, al menos, un tercio de los océanos del mundo para 2030. La pandemia ocasionada por el Covid-19 ha paralizado el Tratado de los Océanos en el que estaban trabajando gobiernos de todo el mundo bajo el auspicio de Naciones Unidas. Esperamos que las negociaciones se retomen lo antes posible y finalmente se consiga la protección de una tercera parte de los mares del planeta.
Fuente : Greenpeace.org