Tres buzos se sumergen por primera vez en las profundidades del Canal Beagle en los puntos exactos donde se instalarían salmoneras en el país vecino. Estas imágenes del nuevo documental “Contracorriente” de Patagonia son un llamado a salvar nuestros mares. Cada visualización se convertirá en una carta dirigida a la legislatura de Tierra del Fuego para pedir una ley que prohíba la salmonicultura.

“Sus cuerpos están completamente desfigurados y quebrados, les faltan branquias y hay piojos marinos por todos lados. Es por eso que ya no ves un salmón entero en el mercado. Solo ves piezas de salmón”. Con esta descripción, Yvon Chouinard, fundador de Patagonia, describe la salmonicultura para el documental Contracorriente.

Producido por Sin Azul no hay Verde, el programa marino de Rewilding Argentina y con el apoyo de Patagonia, el film se estrenó hace unos días en Argentina y busca traspasar fronteras ante una problemática que une a Chile y el país vecino. Las imágenes de “Contracorriente” ponen la lupa sobre la cría intensiva de salmón y alerta sobre sus consecuencias irreversibles en los ecosistemas marinos, especialmente, en el Canal Beagle, uno de los posibles lugares de desembarco de la industria en Argentina.

El documental, producido también con el apoyo de Greenpeace, la colaboración de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), sigue a tres buzos que recorren los posibles puntos donde se instalarían las salmoneras para mostrar el ecosistema marino en peligro.

“A diferencia de otros sistemas de producción, la salmonicultura se lleva a cabo en el mar, un ambiente incontrolable. Se introduce una especie exótica, antibióticos y residuos, quitándole el oxígeno y matando el ecosistema“, explica  Martina Sasso, directora de Sin Azul no hay Verde. Cada diez años, estos centros se tienen que mover y cada diez años, un pedazo de mar se vuelve irrecuperable”.

El film puede verse de forma digital y gratuita en la web www.noalasalmonicultura.com. Por cada visualización, se enviará una carta a la legislatura de Tierra del Fuego pidiendo el tratamiento del proyecto de ley que prohíbe la industria en la zona, el único lugar de Argentina donde podría instalarse. En mayo de 2019, después de una fuerte campaña de rechazo a la industria de parte de distintos sectores de la provincia, la actual vicegobernadora del lado argentino, Mónica Urquiza, presentó este proyecto que aún no ha sido tratado por la legislatura.

Sasso asegura que la provincia y Argentina están ante una oportunidad única: Tierra del Fuego puede convertirse en la primera provincia del mundo en prohibir la salmonicultura y, como lo ha sabido hacer en otras oportunidades, transformarse en un faro y referente ambiental desde el Fin del Mundo“.

Los peligros de la salmonicultura y la experiencia chilena

La salmonicultura es la cría intensiva de salmones en jaulas flotantes del tamaño de canchas de fútbol que se instalan en el mar. La industria, ha demostrado sus efectos nocivos en cada ecosistema donde desembarca y en Chile no ha sido la excepción.

Hace solo unos meses, se escaparon 800 mil salmones en el sur del país. Esto se debe a diferentes razones que generan efectos irreversibles en el ambiente:

  • otros animales pueden romper las redes
  • errores de manejo humano
  • causas ambientales como una tormenta

Estos números reflejan una realidad frecuente en la industria, ya que según las cifras de Sernapesca, entre 2010 y 2018 hubo “87 eventos de escape de salmones”, señala un informe del 2019 de la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN). Los efectos de estos escapes son de un alto impacto ambiental, tal como indica el mismo documento, ya que surge “la competencia por el alimento con otros peces o pasar a convertirse en presa de depredadores a los que pueden transmitir parásitos y enfermedades”.

El documental chileno Estado Salmonero, producido por Patagonia y liderado por Ramón Navarro, surfista profesional de olas grandes y embajador global de la marca outdoor, expone el impacto negativo de la salmonicultura en el ecosistema, rastrea los orígenes de la industria y el mayor consumo per cápita de salmón de granja chileno a nivel global. 

Sobre esta experiencia, Navarro dice que “Hoy se ha demostrado que la industria salmonera no es limpia y atenta contra el ambiente, las comunidades y los ecosistemas“. Por eso, Navarro lo describe: “Se pueden perder especies endémicas enteras y es una actividad que afecta seriamente al turismo porque ya no tienes playas tan limpias como antes. Los ecosistemas son lugares muy frágiles. Una vez que se pierden, es muy difícil recuperarlos“.

Para conocer más acerca del impacto de esta industria en el mundo, Patagonia produjo el film  Artifishal, que explora cómo los criaderos de peces son una amenaza para las especies nativas y están contribuyendo a la involución del salmón salvaje.

Ve el tráiler en el enlace.

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Ve el documental Contracorriente en el siguiente enlace.

Ve el documental Estado Salmonero, haciendo click aquí.