El circuito de 430 metros parte en un puente tibetano y termina en una tirolesa de más de 60 metros con una vista alucinante.
A mediados de enero Ricardo Villa, Ítalo Guajardo y Osvaldo Véliz concretaron uno de sus sueños: construir un circuito de canopy en los cerros de Pichilemu, con una panorámica que da justo frente a los morros de Punta de Lobos.
Ricardo Villa, cuenta que “el proyecto nace cuando nos conocimos con Ítalo acá Pichilemu. Venía llegando de Santiago, escapando básicamente, buscaba una vida distinta para mi familia y mis hijos y cerca del deporte. Estando acá, un par de semanas, conocí a Ítalo. De ahí partió la chispa y no paramos. Tenemos el mismo espíritu de conservar, de vivir en la naturaleza, de compartir, de que la gente pueda ver otra versión de Pichilemu y entregar un panorama que no sea el surf, que no sea la playa”.
Por “alineación de los astros”, Villa cuenta entre risas que conoció la propiedad de la familia Pavez, que creyeron en el proyecto y que sin ellos no sería posible esta iniciativa. Para ello contactaron a Osvaldo Véliz, especialista en canopy, quien se encargó de diseñar el puente tibetano y las cuatro tirolesas que componen el recorrido de 430 metros.
Ítalo Guajardo cuenta que uno de los pilares fundamentales del canopy es la seguridad. “Siempre nos fijamos en que estén buenos los equipos. Nosotros tenemos todo nuevo, entonces no tenemos ningún tipo de problema. También contamos con cables que son certificados y que además son muy resistentes, especialmente diseñados para las distancias de estas líneas”.
Tuvimos la oportunidad de cubrir el circuito en pleno atardecer y podemos asegurar que es una experiencia increíble, muy segura, siempre con el profesionalismo y la buena onda de los instructores, además de contemplar una panorámica alucinante de la costa y en particular de Punta de Lobos.
Para el futuro, Ricardo agrega que se vienen nuevos proyectos. “Hemos tenido mucho apoyo externo y la propia municipalidad también se ha sumado. Tenemos muchas cosas por hacer que queremos compartir con la comunidad, queremos trabajar con colegios y seguir potenciando a Pichilemu como capital deportiva”.
Coordenadas
Cómo llegar: Tomar calle Comercio, pasar centro comercial Alto Mar y doblar hacia el cerro en calle Pueblo Hundido (frente a minimarket La Quilla), luego subir, doblar a la izquierda e inmediatamente a la derecha hasta llegar al portón de Aventura Lican.
Horarios: De martes a domingo, de 11:00 a 19:00 horas.
Duración recorrido: De 45 a 60 minutos según cantidad de usuarios.
Edad: Sin tope de edad, según condiciones físicas y técnicas del arnés (Ricardo agrega que han disfrutado por igual niños de 8 años y adultos de 65 años).
Precios: $10.000 (oferta de lanzamiento).
Pueden conocer más de Aventura Lican en su fanpage.