El profesional de la salud se mostró de acuerdo a la petición de los deportistas siempre que ésta resulte del acuerdo multisectorial y garantice medidas de mitigación para evitar la propagación del Covid-19.

A los seis años de edad, mientras vivía en Lota, región del Biobío, conoció el surf y supo inmediatamente que esta disciplina lo acompañaría el resto de su vida. Con el tiempo y tras entrar a estudiar medicina, su segunda pero no menos importante pasión, siempre se las arregló para establecerse en lugares que le permitieran desarrollarse como profesional de la salud y también tener el tiempo y espacio para subirse a su tabla. Esta es la vida del doctor Francisco Roa, director del Hospital de Pichilemu, quien se dio un tiempo para conversar con Surf Beats Radio y analizar el presente de la disciplina en el escenario de una pandemia que afecta a Chile y al mundo entero.

A modo de contexto, el pasado jueves 30 de abril, el reconocido surfista nacional, Ramón Navarro, en conversación con el programa 100% Puro Surf de Surf Beats Radio, junto a su conductor Cristián Valenzuela, se refirió a las medidas y acciones realizadas para retomar las prácticas profesionales del surf en playas de Pichilemu y del resto de la región. Surfistas locales ya han enviado a las autoridades pertinentes una carta donde plantean compromisos y medidas de mitigación para realizar una actividad segura.

Al abordar al doctor sobre este punto y las medidas preventivas para evitar la propagación del virus, nos comenta que éstas tienen que ser proporcionales a los hechos que van aconteciendo. Al principio, en el mes de marzo, cuando comenzó todo lo relacionado al Coronavirus existía mucha incertidumbre respecto a cómo iba a evolucionar esto durante los próximos meses. “Desde mi punto de vista han sido decisiones muy adecuadas, muy proporcionales y que nos han dejado como un país ejemplo a nivel internacional”, agregó.

Sobre la necesidad de realizar un cordón sanitario para evitar la llegada de turistas a Pichilemu, el doctor Roa destacó que “Si no hubiésemos tomado esta medida de limitar la llegada de personas a Pichilemu, probablemente si hubiésemos tenido contagiados a la fecha”.

Sin embargo, retomando el punto de la incertidumbre que existió en un principio de la emergencia sanitaria, “pasó mucho que gente del sector oriente de la capital, de aquellas zonas donde se registraban más contagios, empezó a llegar a Pichilemu”, destacó el director, por lo que se decidió realizar un seguimiento en el Hospital, para ver el detalle de las consultas en el Servicio de Urgencias, sorpresa fue que gran parte de las consultas eran de vecinos de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, pero por otras causas no asociadas a Covid. “Hay que ser objetivos en este punto y aceptar que hay una alta posibilidad de que llegara el virus a Pichilemu a partir del turismo que se mueve en la comuna”.

Ante la petición formal de volver a utilizar las playas por parte de representantes del surf local, el director del Hospital de Pichilemu, estando en la primera línea para la prevención y evitar la propagación del Coronavirus en la comuna, ve con buenos ojos la alternativa de reapertura de las playas, pero siempre y cuando se cumpla de una forma muy ordenada y muy disciplinada. “En ese escenario sería fundamental que el mismo control lo puedan realizar los surfistas locales, que entre todos se conocen y pueden saber muy bien que persona es local y que persona no es local. Sé que la necesidad y las ganas de surfear están pero si queremos hacerlo tiene que ser de una forma muy organizada, muy planificada” concluyó.

El compromiso del doctor es siempre velar por el bienestar de la mayoría de las personas y es aquí donde subraya que la provincia Cardenal Caro tiene un elevado índice de población adulta por lo que de existir contagiados en la zona, se prevé una tasa de mortalidad altísima. “Si acá tenemos contagiados, la primera atención la van a tener, pero el paciente no se va a quedar en Pichilemu, se tendrá que derivar y no podrá ser tratado acá, eso sería doloroso para la familia” afirmó el profesional médico también considerando las altas probabilidades de mortalidad de un paciente que ingresa a ventilación mecánica.

Desde el punto de vista de la salud pública todas las decisiones finalmente deberían ser tomadas tras un análisis multisectorial, considerando autoridades sanitarias, organizaciones sociales, surfistas, autoridades políticas y sobre todo debe ser una decisión responsable, muy bien evaluada y muy bien organizada.

La gran mayoría de las personas que viven en Pichilemu viven del turismo y están conscientes de lo complejo que seguirá siendo el 2020 para sus negocios, así como hay personas en la zona que viven del surf y ante las medidas sanitarias no pueden realizar la disciplina que los apasiona. “En algunos países se abrió una ventana donde se les permite la práctica del surf sólo a deportistas de alto rendimiento” indicó Roa, agregando que esto podría ser un precedente si acaso se asegura la práctica responsable.

“El surf me ayudó a tener paciencia, a poder controlar la desesperación, a controlar la ansiedad y la angustia. Llevo un mes y medio sin poder meterme al agua y he tenido que canalizar mis energías en otras herramientas para controlar la ansiedad y la angustia, como lo son la meditación o a través del trote en lugares sin grandes aglomeraciones de personas”, nos confiesa Francisco Roa, quien cada vez que pasa por la playa y ve que las olas están increíbles, siente como la angustia se apodera de su mente, pero logra calmarla respirando, armándose de paciencia, pensando en el día en que volverá a montar su tabla y retomará su conexión completa con el océano.

Texto y entrevista: Jorge R. Reyes Núñez