El cantante argentino que popularizó canciones como “Tú sin mí” y “Nada” vuelve a Chile celebrando diez años de carrera musical. En una corta pasada por Santiago lo encontramos y conversamos con él de lo que será su show en el Teatro Caupolicán en Septiembre, sus éxitos, lo que fue cantar en el Surf Beats Festival, además de su otra pasión además de la lírica: el Surf.
Mariano Javier Castro es el nombre del MC que la rompe en el reggae. Compartió escenario con Peter Tosh y TheWailers en el Festival Bob Marley Day. Lleva 7 discos de estudio y cientos (por no decir miles) de presentaciones en grandes espectáculos y en lugares más íntimos. Desde que internacionalizó su carrera sólo ha cosechado éxitos que le valieron dos premios musicales como Mejor Disco Reggae y Mejor cantante Reggae. En septiembre, DreadMar-I celebra diez años de solista y abre fuegos en el Teatro Caupolicán en Santiago de Chile.
Cuéntanos, ¿qué se siente llevar diez años detrás del mic como solista?
DM-I: Estamos con una expectativa tremenda. No es algo que pasa todos los días. Estamos festejando diez años de mi carrera este 2015, así que estamos muy expectantes de esa situación y estamos muy contentos de que pase, estamos muy contentos.
¿De qué se va a tratar el Show que vas a realizar el 06 de septiembre?
DM-I: Lo que la gente va a encontrar va a ser un show que reúne estos diez años. Vamos a hacer un show de más de dos horas, con más integrantes en la banda: habrá coristas, un trombonista. Si bien nosotros somos 7 arriba del escenario, esta vez vamos a ser varios más. En el Caupolicán será la primera vez que mostremos este show, acá comienza y después vamos a presentar ese show en muchos otros lugares así que estamos con una expectativa tremenda.
¿Qué pueden esperar los que lleguen a corear las canciones desde abajo del escenario?
DM-I: Estamos preparando canciones que la gente en Chile nunca escuchó en vivo, que eso es muy importante, canciones viejas que la gente no ha escuchado, vamos a estar tocando canciones de “En el Sendero” también; los hits que la gente espera también van a estar. Será un show de más de dos horas así que imagináte. Además es la primera vez que mostremos el show así que con una expectativa tremenda. Sabemos que las entradas se vendieron muy bien para ese show, así que estamos tremendamente contentos y con grandes expectativas, además, tocar solos en el (Teatro) Caupolicán no es algo que se dé siempre así que más expectantes y más contentos estamos.
En febrero te presentaste en el Surf Beats Festival, en Pichilemu. ¿Cómo te sentiste en la Capital del Surf, cómo sentiste al público y volverías a tocar ahí?
DM-I: Mira, cuando nos presentamos en el festival en Pichilemu la verdad es que había dos sensaciones para mí: primero por conocer Pichilemu, conocer el point de surfing que siempre escuché hablar fue muy gratificante para mí, me parece increíble el lugar, me gustó mucho como lugar de veraneo, y la verdad es que la pasé muy bien, la energía del lugar, todo me gustó mucho; y hacer lo que me gusta en ese lugar, la sensación que tuve fue de que había mucho público nuestro en ese show y nos puso muy contentos, porque es lo que quiere cada artista que le vaya bien en lo que hace y que a la gente le guste lo que vos hacés y eso es lo que se vivió ese día. Estuvo buenísimo, la gente siempre con mucha onda, mucho respeto y la pasamos muy bien, la verdad es que Pichilemu me encantó, volvería una y mil veces.
Entonces ya te sonaba Pichilemu antes de que vinieras. ¿Te metiste al agua? ¿Corriste alguna ola?
DM-I: La verdad es que traté de meter los pies y la verdad es que estábamos en verano y fue difícil meter los pies; me pareció muy raro lo de la arena negra, como volcánico todo, el agua súper cristalina y… HELADA! Si bien yo no soy surfista profesional tengo muchos amigos que sí, argentinos, y siempre estuve metido en lo que son los deportes extremos en Argentina, tengo a mi hermano que es Skaterprofesional, muy amigo de Spiro Racis y de los cabros, siempre surfié siempre que pude, de hecho también voy a la nieve a surfear la nieve porque me encanta; siempre me gustó y presté atención y Pichilemu fue uno de esos lugares que conocí y que dije “ es muy grande, me parece muy grande para mí”; me dio hasta temor ver la ola esa gigante.
Así que de verdad te gusta meterte al agua. ¿Dónde aprendiste y cuáles han sido tus mejores olas?
DM-I: Siempre me gustó el surf, siempre; con mi hermano, el más grande, siempre que pudimos nos metimos al agua a surfear y tenemos eso del mar que siempre nos atrajo. Tenemos una casa en un lugar que se llama Quequén, en Necochea que queda en Argentina, y a ese lugar voy del año ‘95 a veranear, y ahí fue donde surfié las mejores olas. . También corrí en Mar del Plata que es un lugar muy tradicional de Argentina, también corrí en algunos lugares como Mar de Ajó que no se conoce tanto pero a veces sale una ola ahí. Surfié en Costa Rica, en Tamarindo, que también la pasé muy bien esa vez, había un lugar muy especial con una piedra en medio del mar y sale como de ahí un espumón que después abre y de ahí se transforma la ola pared y estuvo buenísimo porque era como fácil, estabas en la piedra y venía la ola te tiraba y agarrabas la espuma y te ibas con la ola estaba muy divertido;pero la verdad es que afuera de mi país, he surfeado muy poco. Aunque suene loco, no tengo tiempo para hacer viajes de surf, la verdad es que no, no me da el tiempo pero lo disfruto cada vez que lo hago y es algo que recomiendo si la gente lo hace porque es tremendamente divertido y lindo y te acerca a la naturaleza que es realmente importante.
¿Qué le recomendarías a quienes están empezando a correr olas?
DM-I: Es muy importante en el surf reconocer tus limitaciones, para no asustarte y para seguir metiéndote después. Para no lastimarte. Al mar hay que tenerle mucho respeto, porque realmente es fuerte y te lo demuestra todo el tiempo.
¿Qué fue lo que más te gustó de Pichilemu?
DM-I: Me gusta mucho conocer lugares, me gusta mucho viajar y Pichilemu es eso, es un point que le digo a la gente que si no lo conoce que se tome el trabajo de ir porque la verdad es que es muy lindo. No tuve la posibilidad de recorrer demasiado ya que pensé que no me conocían tanto, y cuando salí a caminar a ver un poco las rocas y qué se yo, y me conocían mucho más de lo que creía, se acumuló bastante gente, pero realmente es un lugar muy lindo. La pasé muy bien y volvería muchas veces más.