Bañarse en las playas y las piscinas es seguro, según los investigadores que han publicado un informe sobre la transmisión del virus en el agua salada y las tratadas con cloro. Uno de los firmantes es el doctor en doctor en Ciencias Químicas y profesor en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Joan Grimalt que ha estado en La mañana de Andalucía para decir que “la sal y el nivel de cloro que tienen las piscinas, destruyen al virus”. Además, se muestra confiado en la escasa supervivencia del Covid-19 en la arena de la playa, según los, eso sí, escasos estudios sobre ellos que hay publicados. “Hay que estudiarlo más pero la arena tiene bastante sal y se calienta por lo que esto también destruye al virus”, ha comentado.
Otra cosa, según Grimalt, es el resto de elementos de playas y piscinas. “Lo que sí hay que extremar los cuidados en otros elementos que las personas usan fuera del agua como barandillas, columnas… También hay que desinfectar con agua y lejía las hamacas, sillas y mesas de los chiringuitos cada vez que cambian los clientes. El virus en superficies lisas puede ser infectivo durante días“, ha explicado.
En cuanto a los aforos, el investigador ha pedido “paciencia”, ante el cambio de uso de la playa pues “no estamos acostumbrados”. Va dirigido, sobre todo, a los que vayan a la playa y no se les permita acceder aunque vean espacios libres, dado que “habrá que mantener un número máximo de personas que puedan estar en la playa”.