Como Plan de Infraestructura Verde se denomina el proyecto urbano y territorial que propone soluciones ecológicas al desarrollo de la capital del surf.
Qué hace diferente a Pichilemu de ciudades como Viña del Mar, La Serena o Iquique. Es una buena pregunta. Claramente la llamada “Capital del surf” tiene una esencia que la vincula a la naturaleza, al mar, al surf, y por supuesto, en este lugar aún no se ven grandes edificios de departamentos ni complejos demasiado pomposos con piscinas gigantes como un “San Alfonso del Mar”, por ejemplo.
Investigamos al respecto y conocimos a Simón Leisersohn, un arquitecto y surfista que se encarga de coordinar un interesante proyecto llamado Plan de Infraestructura Verde Pichilemu. Según nos relata, es una iniciativa que sigue la tendencia de “vincular al medio ambiente con el desarrollo de las ciudades, sobre todo cuando éstas presentan al turismo como su valor económico más potente”, que sería el caso de Pichilemu.
En el mundo, ciudades como Berlín, Valencia, Vitoria-Gasteiz y Medellín, han incorporado esta iniciativa dentro de sus políticas de desarrollo, generando documentos, planes de diseño y de alcance político. Al conversar con Simón, nos damos cuenta de los innumerables lugares con potencial ecoturístico en la zona y también nos alertamos de la ya amenazante industria inmobiliaria que ha disparado los precios de los terrenos por las nubes. Lamentablemente, el fenómeno denominado como “gentrificación” ya se instaló en Pichilemu, especialmente en la zona de Punta de Lobos, y que también se extiende a nuevos “spots” como Puertecillo, Matanza y Topocalma.
¿Qué pasará con Pichilemu a largo plazo? Los investigadores del Plan de Infraestructura Verde aseguran que ya se puede constatar “una ciudad en expansión urbana explosiva y de crecimiento descontrolado”. Por esta razón, un grupo de estudiantes y académicos de las carreras de arquitectura y geografía (FAU) de la Universidad de Chile, junto a la asociación suiza Territorios Solidarios ATS, pusieron sus ojos en Pichilemu para el desarrollo de un Plan de Desarrollo Estratégico que busca “convertir a Pichilemu en una ciudad modelo de crecimiento costero”.
Leisersohn explica que “hoy en día (la ciudad) presenta los más altos niveles de crecimiento urbano de Chile: una de las primeras en el ranking de comunas que más ha cambiado en los últimos 8 a 5 años, debido al crecimiento de descontrolado y acelerado de la mancha urbana y de la explosión demográfica permanente y esporádica. Elementos que en suma y mal abordados dañan irreparablemente los recursos ambientales y en consecuencia e paisaje”. De esta forma, el coordinador del proyecto asegura que “si se logra implementar un proyecto de este tipo y la ciudad adquiere una lógica de crecimiento en busca de un desarrollo sustentable y armónico. No nos cabe duda que otras comunas podrían seguir su ejemplo y sumarse a una iniciativa PIV”.
El arquitecto destaca que este proyecto ya se ha avanzado mayormente en la comuna de Coronel, una ciudad con menos recursos económicos y con bienes ambientales más deteriorados que los de Pichilemu, además de otras ciudades que están trabajando paralelamente como lo son Santiago y Algarrobo.
Para ello, el PIV se encuentra trabajando en varios proyectos claves, recalca el coordinador. “Hoy en día nuestro proyecto Nº 1 es el “Parque Ecológico Humedal Petrel”, nombrado así por la comunidad, y que busca rescatar este lugar de una realidad no muy beneficiosa. El proyecto considera la protección de sus bordes mediante la creación de un parque urbano que otorgue un espacio público de bajo impacto, integrando el desarrollo de actividades humanas sin dañar la naturaleza existente. El parque contempla una zonificación estratégica con áreas de avistamiento de aves y miradores de paisaje, áreas peatonales y ciclovías, zonas de reforestación de sus bordes con especies nativas, áreas de protección total (específicamente en zonas de anidación), las cuales se convierten automáticamente en áreas de interés científico, entre otras. El Parque Ecológico Humedal Petrel se convierte en el proyecto clave para dar inicio a la implementación general del PIV, es un lugar que guarda memoria, patrimonio y un recurso ecosistémico de muy alto valor y esperamos concretar su diseño este año 2019″. A este, suman otros proyectos claves, como: “crear el museo abierto Parque Geológico de Infiernillo, el parque urbano Jardín Botánico Municipal (bosque municipal), senderos de protección dunario en todo el borde costero urbano, la recuperación del Humedal Bajel como espacio de interés paisajístico y la creación de ordenanzas que permitan regular el arbolado y la imagen urbana”, agrega Simón.
Sobre el apoyo de instituciones, el coordinador del Plan de Infraestructura Verde, asegura que “hemos tenido de diferentes organismos públicos (Municipio, MMA, y Subdere,) y privados como algunas fundaciones y ONGs, y por supuesto de la comunidad participante. Este apoyo se traduce en participación y ayuda logística, sobre todo en la etapa de diagnostico y recolección de datos. El apoyo económico ha llegado desde ATS la cual ha trabajado anteriormente en Chile, aportando no solo con recursos, sino también con metodologías y con criterios de planificación. Pero definitivamente para fortalecer el proyecto y para solidificar su futuro es muy necesario que la gobernanza local participe de forma activa. La participación del municipio de Pichilemu es clave para la implementación de los proyectos y fundamental para dar cabida a las decisiones políticas que el PIV necesita para poder actuar, es ahí en donde esperamos se formulen los mayores cambios y la toma de decisiones para el futuro de Pichilemu”.
Para más información: paisajefau.cl
Por Kurt Castro. Twitter: @kurtfaltin