Siguiendo el ejemplo de países como Perú, diversas agrupaciones nacionales buscan proteger las rompientes aptas para la práctica del surf, con el fin de contribuir social y económicamente al desarrollo de las localidades costeras del país.
Pichilemu es reconocida en Sudamérica y el mundo por ser una de las localidades denominadas como “capitales del surf”. Este título lo comparte en Latinoamérica con ciudades como Lima (Perú), Montañita (Ecuador) y Mar del Plata (Argentina), por nombrar algunas. Sus rompientes de Punta de Lobos, Infiernillo y La Puntilla, posicionan al balneario chileno como uno de los spots con mayor cantidad de olas durante todo el año para la práctica del surf.
El próximo 25 de enero, Pichilemu será también el lugar escogido para la realización del Pichilemu Surfestival 2020, un encuentro musical carbono neutral que reúne a reconocidos artistas en un ambiente de cultura surf, donde organizaciones deportivas, sociales y ambientales juntarán firmas para el apoyo a la primera Ley de Rompientes que busca proteger las olas para el desarrollo de un turismo local, deportivo y amigable con el medio ambiente.
En una década, el crecimiento explosivo de este deporte a lo largo de todo el litoral nacional, se ha transformado en un catalizador para el desarrollo sostenible, social y económico de localidades que viven en torno a la recolección de algas y a la pesca artesanal. En el encuentro, artistas ya confirmados, como, Movimiento Original, Paloma Mami, DrefQuila Santa Cochiguagua, Espiritual, Ceaese, apadrinarán a las ONGs como Fundación Rompientes, Fundación Punta de Lobos, con el fin de juntar la mayor cantidad de firmas para la Ley de Rompientes.